relatos con arte

Lo que sigue es un intento de utilizar la ficción para motivar el aprendizaje de la Historia de Arte. Lo que sigue son pequeños relatos apócrifos, reflexiones, descripciones, cartas o poemas. Textos inventados siempre, pero inspirados en la historia, para mostrar los sentidos de las obras o adaptarlos a nosotros. En ellos se hace hablar al autor, a un personaje, a un crítico, a un mecenas, a un profesor o a un espectador que nos cuentan sus razones, su manera de ver, su sentimiento o su reflexión ante la imagen plástica. Se intenta llevar a los ojos a un nivel correcto de enfoque (que no pretende ser único o excluyente de otros, pero que sí se pretende interesante) y animar a la lectura de lo que se ve, o lo que es lo mismo, educar la mirada y disfrutar del conocimiento, concediendo al contenido, al fondo de las obras, un papel relevante que en nuestras clases, necesariamente formalistas, se suele marginar.

Mierda del artista

Pan Ázimo. Piero Manzoni. 1961
Piero es tal vez una de las piedras de toque del arte contemporáneo. Para muchos de los que piensan que el arte se acaba en Goya, sus latas de mierda del artista son la razón más evidente de que el arte contemporáneo es un cachondeo mordaz que no pretende otra cosa que tomarnos el pelo a todos. Para los que piensan que el arte contemporáneo es un proceso continuo semejante al del desarrollo de las matemáticas o de la física cuántica que sólo comprenden bien aquellos que conocen, practican y siguen los movimientos de esa disciplina, Manzoni es un personaje que resume en su corta vida (muere a los treinta años de edad) una de las formas más contemporáneas de entender el arte.
En efecto, Piero Manzoni practica un "arte conceptual", que se relaciona con los ready mades del dadá Duchamp, en cuanto que la intervención manual o personal del artista se minimiza, "El arte es una cuestión intelectual", como dijo Leonardo, y la idea artística es lo más importante... Pero la idea la ofrece un artista: ¿Quién es el artista? ¿Qué es un artista? El artista es el que hace arte, el que conoce el arte, Un artista puede hacer arte antiguo, y pintar como Velázquez o esculpir como Miguel Ángel lo mismo que un matemático puede resolver un problema usando el teorema de Pitágoras, pero sólo será un gran artista si conoce el desarrollo de su oficio en su tiempo y soluciona los problemas de su tiempo. Los problemas económicos y sociales de cada tiempo son distintos. Lo mismo sucede con los artísticos. Pues bien Manzoni con su obra nos informa del mundo en el que vive y produce una forma de hacer arte que renueva formas viejas de hacer arte para adaptarlas a nuestro tiempo. 
Él entiende por ejemplo que el clasicismo es la línea y vende líneas encerradas en cilindros o fotografías personales que sujetan un simple trazo lineal.
Él conoce que el arte lo inventan los magos, los hechiceros de Altamira o los sacerdotes Egipcios o Mesopotámicos, y conoce en Italia la importancia de la iglesia en la historia del arte, por eso se comporta siempre como un chamán, un sacerdote que convierte en arte lo que firma, ya sean latas de mierda, panes pintados de blanco (como el pan eucarístico) o modelos desnudas, y utiliza símbolos que vienen de la historia del arte como el color blanco (lo divino), el círculo (lo eterno), la mujer desnuda (la belleza y el amor).
Manzoni adapta el proceso artístico al mundo en el que vive de varias formas, por un lado, por ejemplo, utilizando la fotografía como soporte (de ahí la abundancia de sus pícaros autorretratos). Además introduce en el proceso al mercado al incorporar el mismo la función de galerista y al interpretar la cotización de sus obras como una especie de hapening que modifica no sólo su valor sino también su propia esencia.
Pero es su carácter conceptual lo que más nos interesa. Por eso, sus obras tienen casi siempre una somera intervención personal: Su soplo (aire del artista), sus residuos (mierda del artista), la pintura blanca de la que embadurna sus ácromos, la sonrisa pícara que acompaña sus diversos autorretratos... Por eso el tamaño de sus cuadros y sus objetos (latas, globos y pedestales) se reduce al tamaño del artista (él mismo es el módulo y el canon de su arte). Con ello arte y artista tienden a identificarse y la propia vida del artista tiende a ser una múltiple y confusa obra de arte.

Se aconseja visitar esta página:  http://www.pieromanzoni.org/SP/index_sp.htm
Lata de mierda del artista. Piero Manzoni. 1961.


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